La cultura

en el corazón de las ciudades sostenibles

La cultura es un aspecto esencial, aunque a menudo ignorado, del desarrollo urbano sostenible. Históricamente, el desarrollo sostenible se ha enmarcado en torno a las dimensiones económicas, sociales y ambientales, relegando la cultura a un segundo plano. En la época en que se crearon los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, la campaña #Culture2015Goal buscaba integrar la cultura como un ODS. Si bien los ODS reconocen el papel de la cultura en la educación, el crecimiento económico, el consumo sostenible y las ciudades sostenibles, la cultura sigue ausente como objetivo independiente.

¿Por qué la cultura debe ser el eje central del desarrollo urbano sostenible? es un documento de políticas encargado por la Comisión de Cultura de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), que argumenta que la cultura es fundamental para fomentar la cohesión social, la resiliencia económica y el desarrollo inclusivo. Este documento identifica numerosas dificultades en torno al desarrollo intencional de infraestructura cultural. A menudo, se relega la prioridad de las políticas culturales a favor de proyectos económicos y de infraestructura tangibles. También existe la creencia generalizada de que la cultura se sustentará por sí sola sin inversión, y a diferencia de indicadores económicos como el PIB o las tasas de empleo, las métricas culturales son más difíciles de estandarizar y medir, lo que dificulta su integración en los marcos de políticas y la planificación urbana sostenible.

Un desafío clave para la sostenibilidad cultural es su resistencia a la cuantificación simple. La cultura suele considerarse intangible, pero indicadores significativos, como la distribución de las instituciones culturales, pueden aportar información valiosa. Para integrar eficazmente la cultura en la formulación de políticas, debemos explorar métodos para medirla sistemáticamente. Desde principios de la década de 2000, se ha producido un movimiento mundial hacia los datos gubernamentales abiertos, y muchas grandes áreas metropolitanas de todo el mundo, como Nueva York, Toronto, Londres, Barcelona, ​​Ciudad de México e incluso Tempe, Arizona, han lanzado portales integrales de datos abiertos que proporcionan registros detallados sobre transporte público, instituciones culturales, actividad empresarial, infraestructura e incluso arte público. Estos recursos brindan oportunidades sin precedentes para analizar la infraestructura cultural mediante SIG y análisis espacial.

Esta línea de investigación busca reducir la brecha mediante el uso de herramientas SIG y datos urbanos abiertos para mapear sistemáticamente la infraestructura cultural. Al mapear activos culturales como museos, teatros, bibliotecas y centros creativos, esperamos identificar patrones, identificar centros culturales y zonas marginadas, y examinar cómo la infraestructura cultural se relaciona con el crecimiento económico, la salud pública y la equidad social. El objetivo final es que estos modelos ofrezcan información que permita fundamentar políticas basadas en datos que integren la vitalidad cultural en políticas de sostenibilidad más amplias.

Enunciados del problema

  1. ¿Cómo se pueden utilizar los SIG y los datos abiertos para mapear sistemáticamente la infraestructura cultural en zonas urbanas?

  2. ¿Qué patrones espaciales surgen al mapear instituciones culturales como teatros, museos, bibliotecas y espacios de arte público?

  3. ¿Dónde se ubican los centros culturales y los desiertos culturales dentro de las ciudades?

  4. ¿Cómo se relaciona la distribución de la infraestructura cultural con indicadores clave del desarrollo sostenible, como el crecimiento económico, la equidad social y la salud pública?

    Para esta área temática, puede centrarse en un área geográfica limitada o adoptar una perspectiva global más amplia.